El Museo del Holocausto de Buenos Aires abrió nuevamente las puertas de su sede histórica de Montevideo 919. Lo hizo con una exhibición permanente de vanguardia y espacios interactivos con dispositivos de avanzada en materia de nuevas tecnologías a nivel mundial.

La comisión directiva que asumió en 2017 y que preside Marcelo Mindlin, organizó la puesta en valor del edificio en un tiempo récord de 2 años. Esto fue posible gracias al apoyo de familias, empresas y del programa de Mecenazgo del Gobierno de la Ciudad. En total se recibieron donaciones por 4.5 millones de dólares y el proyecto se realizó en un tiempo récord de 2 años.

Todo el Museo invita a recorrer sus espacios dedicados a la educación y a la memoria sobre el Holocausto-Shoá. Construido de forma colectiva, intenta cumplir con el legado de los sobrevivientes: honrar la memoria de las víctimas y transmitir la historia a las nuevas generaciones. Por esta razón, desarrolla actividades culturales para fortalecer la convivencia en la diferencia, la democracia y el respeto por los derechos humanos.

 

Nuevas tecnologías aplicadas a la historia

En particular, un equipo interdisciplinario de sobrevivientes, historiadores, museólogos, educadores, arquitectos, técnicos multimediales y diseñadores gráficos realizó la nueva exhibición permanente. Este equipo recuperó, junto a los voluntarios, 1554 m² -entre los subsuelos y la planta baja- que hoy son espacio de la exhibición permanente.

Para lograr una comunicación didáctica, se buscó desarrollar nuevas tecnologías de interacción a lo largo de todo el recorrido histórico. En ese aspecto, esta nueva muestra contó con el asesoramiento y la contribución de importantes especialistas internacionales.

“La nueva muestra cuenta con herramientas pedagógicas y tecnológicas de última generación y está a la altura de los museos más modernos del mundo”, detalla Marcelo Mindlin.

Además, como espacio clave del nuevo Museo, se abrió una sala con tecnología Dimensions in testimony. A través de esta tecnología de punta a nivel mundial, es posible interactuar con testimonios de sobrevivientes en primera persona. De allí que esta sala se convierta en un espacio sensorial único para tomar conciencia sobre la importancia de la memoria sobre la Shoá. A través de líneas de tiempo e innovadores recursos audiovisuales para la ilustración de mapas, se completa el desarrollo histórico del Holocausto.

Marcelo Mindlin asegura al respecto: “Formo parte de una generación que tuvo la oportunidad de escuchar sus historias personalmente, pero somos conscientes de que las próximas generaciones no tendrán esa posibilidad”. Por eso, el Museo asumió el enorme desafío de diseñar un museo para la memoria en el futuro.

 

El Museo

La reinauguración del Museo del Holocausto de Buenos Aires se erigió como un hito en la historia del Holocausto-Shoá y sus repercusiones en la Argentina. Su objetivo es contribuir en la educación de las nuevas generaciones para preservar la memoria sobre la historia de la Shoá. Su acervo patrimonial cuenta con objetos, documentos y testimonios de cientos de sobrevivientes que lograron rehacer sus vidas en Argentina luego de la tragedia.
Por este compromiso, el Congreso Nacional y la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declararon al Museo como Sitio de Interés Cultural.

Más información en: https://www.museodelholocausto.org.ar/

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