Como emprendedor, creo firmemente que los empresarios debemos aprovechar nuestra capacidad para identificar y desarrollar oportunidades. Esto debería traducirse, no solo en inversiones y creación de empleo, sino también en la devolución de nuestra experiencia a la comunidad. En consecuencia y teniendo en cuenta esa responsabilidad, decidí fundar y presidir la Fundación Pampa Energía. La fundación brinda becas para estudiantes secundarios y universitarios y promociona prácticas profesionales en los diferentes establecimientos de la empresa.

Además, desde 2017, tengo el honor de ser presidente del Museo del Holocausto de Buenos Aires. Especialmente, impulsamos su puesta en valor, a partir de una importante reestructuración del edificio histórico de Montevideo 919. Este proceso incluye la modernización de la institución y la producción de una nueva exhibición permanente.

Entre los años 2005 y 2007, fui presidente efectivo de Tzedaká, una fundación benéfica fundada en 1991 en el seno de la comunidad judía en Argentina. Desde entonces soy presidente honorario de esa institución.

Desde el año 2006, me desempeño como miembro activo del Consejo Ejecutivo Internacional del Council of the Americas, una organización empresarial con sede en EE.UU. cuyo objetivo es promover el libre comercio, la democracia y los mercados abiertos en las Américas.

En febrero de 2014 tuve la dicha de ser parte de la delegación que realizó el «Viaje Interreligioso», organizado por el Instituto del Diálogo Interreligioso de la Argentina. El mismo, finalizó en un encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano.

Para mí, estas acciones de filantropía, tanto como de responsabilidad social empresarial, son fundamentales para contribuir, de forma activa, a la mejora de los estándares económicos, sociales y ambientales de nuestras comunidades.