Todos los 8 y 9 de Mayo, el mundo conmemora la victoria del Ejército Aliado sobre la Alemania Nazi. Este año se cumplen 75 años de este suceso que logró terminar, entre otras cosas, con el plan sistemático de exterminio de seis millones de judíos: el Holocausto-Shoá. A pesar de la persecución, tortura y muerte, algunos de los judíos que tuvieron que pasar por ese horror pudieron sobrevivir. La memoria de estos sobrevivientes y la necesidad de dejar un legado, es lo que permite y motiva que existan instituciones comoe el Museo del Holocausto de Buenos Aires. Gracias a sus valientes testimonios, el Museo hoy puede trabajar, día a día, para que ninguna hechos como los del Holocausto-Shoá no se vuelvan a repetir.
En este y todos los días, la comisión directiva del Museo del Holocausto de Buenos Aires recuerda y continúa difundiendo el legado de los sobrevivientes.
El fin de la Segunda Guerra Mundial
Hace 75 años, la guerra más extensa del mundo llegó a su fin. El 8 y 9 de mayo de 1945, los aliados —Estados Unidos, la Unión Soviética, Gran Bretaña, China y otros países— derrotaron definitivamente a Alemania y las naciones del Eje. Esta movilización militar se considera una de las más grandes de la historia mundial. La Segunda Guerra Mundial dejó más de 60 millones de muertes, entre ellas las de seis millones de judíos. Sin embargo, las secuelas de la guerra fueron tan abrumadoras, que su magnitud sigue resonando año tras año.
A lo largo del tiempo, fueron los sobrevivientes del horror, desde distintas partes del mundo, quienes tuvieron la valentía de ponerlo en palabras. Gracias a sus testimonios, junto con otra evidencia irrefutable, el horror se transformó en imágenes para la reconstrucción de los hechos y la educación de las generaciones posteriores. Hoy en día, aunque cada vez haya menos testigos presenciales, organizaciones de todo el mundo rescatan la memoria y la ponen al servicio de la democracia.
Por eso, en estos días, además de recordar el Holocausto-Shoá, la comunidad mundial le agradece a esos sobrevivientes.
El Museo del Holocausto de Buenos Aires
Muchos de quienes sobrevivieron, niños y jóvenes en ese entonces, llegaron a Buenos Aires para reconstruir su vida. A mediados de la década de 1990, la Fundación Memoria del Holocausto comenzó la recolección de testimonios, documentos y objetos de los sobrevivientes en la Argentina.
Luego de que la Fundación recibiera el edificio de Montevideo 919 (CABA) en comodato del Gobierno Nacional, comenzó la historia del Museo del Holocausto de Buenos Aires. El mismo promueve una educación que advierte sobre los peligros de la propagación del odio contra cualquier grupo. Además fomenta el respeto por los derechos humanos y los valores democráticos.
En 2017, asumió la actual comisión directiva que preside Marcelo Mindlin. Desde ese entonces, comenzó una nueva etapa para la institución: la remodelación del edificio histórico, manteniendo vivo su valor patrimonial. Hoy, el Museo continúa sus actividades educativas y culturales a través de sus plataformas digitales hasta que pueda volver a abrir sus puertas.
Marcelo Mindlin y los directivos del Museo dicen que el día que las tropas nazis fueron derrotadas, nacieron los sobrevivientes de la Shoá.
“Ellos rearmaron su propia vida y formaron sus propias familias, intentando construir un mundo mejor”, dice Jonathan Karszenbaum, Dir. Ejecutivo del Museo. “Nuestro compromiso es continuar su legado para que nadie tenga que vivir algo así nunca más”, agrega Marcelo Mindlin.